Com cada any, no em puc estar de posar al blog l'excel·lent felicitació de Dolores Aleixandre
Conversación de dos
chicas en el autobús: “-¿Sigues saliendo con Paco? - No, lo hemos
dejado porque él era Sagitario y yo Escorpio y somos incompatibles. Ahora salgo
con un Piscis y nos va mucho mejor…”
No se lo tomen a broma que el tema de las estrellas es muy serio. Y si
no que se lo pregunten a Abraham, invitado por Dios a salir de noche a mirar
las estrellas: “‑Mira al cielo; cuenta las estrellas si puedes. Así será tu
descendencia “(Gen 15,5). También el Corán recoge algo parecido: “Cuando se
hizo de noche y vio la primera estrella, Abraham dijo: “-¡Este es mi Señor!”,
pero cuando amaneció y desapareció la estrella, dijo: “No puedo amar lo que
desaparece…” (Corán 6,76). Y según un
midrás (pequeños comentarios de sabios
judíos…), fue él quien en otra ocasión se dirigió así a Dios: “-He visto
en las estrellas que no tendré hijos”, y el Señor le contestó un poco
impaciente: “-¡Sal de tu horóscopo y sitúate por encima de
los cielos y del sol...!”
Resumiendo: que los
semitas le echaban mucha fe a lo de las constelaciones y a veces iban mezcladas
con las profecías, como cuando el profeta Balaam , entrando en éxtasis, repetía:
“Lo veo, pero no es ahora; lo contemplo, pero no será pronto. Avanza la
constelación de Jacob y sube el cetro de Israel…” (Num 24,13)
Los oráculos sobre
el Mesías tenían rasgos de grandiosidad estelar: duraría en compañía del sol y como
la luna de edad en edad; sería rey,
legislador y juez, se le someterían los
pueblos, dominaría los confines de la tierra… Qué horóscopo tan favorable para
un niño, cuántos presagios de buena ventura, qué buena fecha para conmemorar su nacimiento la fiesta del Natalis Solis Invictus. Y encima nacido
bajo el signo de Capricornio que propicia estabilidad y una vida segura y tranquila.
Hasta lo de nacer
en un pesebre, mirándolo bien, podía darle de mayor un status de self made
man tipo: “fijaos dónde nací
y hasta dónde he llegado gracias a mi esfuerzo”. Y si lo de los pastores no fue
en principio lo mejor para su imagen, en seguida llegaron los magos de Oriente
siguiendo a la estrella andarina y eso sí que fue un evento en condiciones: púrpura,
señorío, camellos, armiño y lingotes de
oro. Hasta lo del negro le favorecería si quisiera presentarse a primarias: “Por fin, aquí está un
líder de carácter integrador y libre de prejuicios racistas”.
Lástima que él se
pusiera tan pronto a estropear una carta astral tan prometedora
y se distanciara con tanto descaro de los pronósticos mesiánicos. Ya en el
desierto se sacudió sin contemplaciones al que le rondaba en plan quiromante: “Vas
para triunfador, podría leerlo en las
rayas de tus manos: usa tus poderes, estás a un paso del éxito, no imaginas lo lejos que puedes llegar con
esta tarjetita mágica que yo puedo darte…” Desaprovechó las ocasiones de
situarse en lugares estratégicos, se comportaba con una ignorancia supina de las
leyes de la PNL (Programación Neuro Lingüística, lo saben hasta los niños de
primaria), sin tener en cuenta la influencia de pensamientos y palabras sobre
el comportamiento. Cómo no iba a acabar como acabó diciendo cosas tan auto-destructivas como éstas: iba a ser
entregado y a padecer mucho, había venido a servir y no a ser servido, iban a
rechazarlo y a reprobarlo…
Se le daban fatal los
cálculos y las previsiones, decía que su Padre le había echado la buenaventura
y que eso le bastaba. Y no es que le saliera en el tarot la carta de la muerte sino que, como el niño de la profecía de Isaías, metía
la mano tan tranquilo en el agujero del áspid. Y el áspid le mordió, claro. Si no se hubiera señalado tanto, si hubiera
sido más moderado, si hubiera medido más
sus palabras, si no hubiera frecuentado ciertas compañías, si no hubiera
provocado a los poderosos, si…
En la noche de su nacimiento había muchas estrellas en el cielo de
Belén pero él, como obediente hijo de Abraham llamado a salir de su horóscopo, eligió
un camino alternativo: no el de subir por encima del sol, sino el de hundirse en
lo más hondo de nuestra tierra, como un granito de mostaza.
Y ahora nosotros podemos vivir a
su sombra.
Dolores Aleixandre, ALANDAR Diciembre 2014
Comentaris
Josep Pascual