Cap al Primer de Maig: Deslocalitzacions en primera persona

Aquest és el testimoni d'una noia de la JOC que està vivint en primera persona la deslocalització de la Mercedes Benz
Trabajo en una multinacional (Grupo Daimler, Mercedes-Benz) que está situada en Buen Pastor, justo delante del centro comercial de la Maquinista.
En la empresa se desarrollan tres tipos de proyectos:
- Piso centro de la furgoneta Vito y Viano (serie)
- Fabricación de recambios
- Embalaje de recambios.
Te levantas un día, y te dispones a ir a trabajar, todo transcurre como siempre, excepto que cuando llegas a tu puesto de trabajo, te dice una compañera, ¿te has enterado de los rumores?
¡¡Es que dicen que van a cerrar, que nos vamos a la calle!! Vaya, otro más, es que la gente no para. No te lo crees (o no te lo quieres creer), luego llegan las especulaciones, las hipótesis, las opiniones de la gente y el “me han dicho que…”. Yo de verdad pensaba que era una “terapia del miedo” porque claro, en junio acabábamos de firmar el convenio para tres años más y el plan industrial del vehículo que estamos fabricando se termina en el 2014.
Durante tres días escuchas y das tu opinión, mientras tanto, la empresa nos dice que el viernes hay una reunión donde se explicará todo. Total, que llega el día maldito y ¡zas!, jarro de agua fría, resulta que sí que era verdad todo lo que habíamos escuchado. Te lo intentan vender como un traslado, pero sin serlo (más bien una subrogación). Hay que partir de la base que esta empresa ocupa 90.000 m2, un suculento terreno para especular…
¡Ay! Qué listos, te lo dicen un viernes para que te lleves todo el fin de semana el problema a casa y no puedas casi ni dormir.
El martes se realiza una reunión entre el comité de empresa y la empresa y en la hora de la pausa de producción, se decide ir a pitarles a la puerta. Nunca en mi vida, había visto tantas emociones juntas, tanto las mías como la de los demás, realmente fue muy bonito.
Después de toda una semana de salir a la hora del bocadillo a la calle, nos pasan el calendario
de huelga de Octubre, nueve días.
Durante todos los días de huelga y manifestaciones, todos nos sentimos comunidad, es decir, UNO. Aunque también te vas enterando de que “compañeros” tuyos han cogido la baja para poder cobrar los días que no trabajemos, muy solidarios, sí señor, luego ellos se aprovechan de lo que se consigue.
Fuimos al Consulado Alemán, al Departament del Treball, al Parlament, a l’Ajuntament, a donar sangre al Hospital Clínic (realmente un acto muy significativo), etc. Llegabas cada día a casa esperando que en las noticias saliera nuestro caso y el de otras cuatro empresas que estamos pasando por la misma situación y lo único que encontrabas era millones de sucesos macabros y los problemas de RENFE.
La verdad, es que la impotencia que puedes llegar a tener por la ignorancia de los medios es increíble, te da la sensación de que no les importamos nada (y probablemente sea esa la razón).
Podríamos también hablar de los políticos: ¡Qué grandes hipócritas! Bajan de sus asientos a saludarte y a darte la mano, ¿para qué? Para nada, porque te dan “su apoyo” y luego te meten una puñalada por la espalda.
Terminamos los nueve días de huelga del mes de Octubre y programamos diez más para Noviembre, de los cuales sólo hicimos cuatro porque la empresa decía que si no parábamos la huelga, no negociaba. En Asamblea, la mayoría cedió para conseguir mayores beneficios.
La empresa como “ratas” que son, empezaron desde muy, muy abajo y fueron subiendo poquito a poco. Total, que un día dicen, señores, hasta aquí podemos llegar, o lo toman o lo dejan. La gente se asusta, unos están a favor, otros en contra, choque de emociones y reivindicaciones, nervios….
Es duro ver cómo durante dos meses habíamos podido estar todos tan unidos como si fuéramos
una sola persona y que de un día a otro todo se vaya al garete. Una parte del comité queríafirmar ya el preacuerdo, sin pasar por el proceso democrático de la asamblea y otros luchar hasta el final con todo lo bueno y lo malo que se podría conseguir.
Se hizo la Asamblea el sábado 24 de noviembre, salió que SÍ. Se han desconvocado todos los días de huelga y hemos vuelto a trabajar con una “normalidad” un poco extraña, yo tengo la sensación de que estamos esperando en una fila para pasar por el matadero y de que no sabes cuándo te llegará el día.
¿Hasta cuando vamos a permitir que los gobiernos y los empresarios mangoneen a la clase obrera y hagan con ellos lo que quieran?
Yo no lo sé, pero necesito creer que con la lucha grupal el futuro de los obreros cambiará, y espero que cambie pronto.
Merche Caballero (militante de la Joventut Obrera Cristiana, de la federació de Besòs-La Pau)

Comentaris

Silveri Garrell ha dit…
Crec que si tots els treballadors s'apliquessin la màxima dels benedictins, "ora et labora", totes aquestes industries no marxarien d'on estan. Ens manca viure la autèntica "pobresa evangèlica" que aconsella l'Evangeli, que no consisteix en "miseria" sinò en una altra mena de viure, com els que es tanquen en els convents. No veig que la pobresa evangelica la prediquin gaire els cristians socialistes, en tot cas la prediquen sols per la jerarquia eclesiàstica, es clar. Salutacions sense ànim d'ofendre, ja he llançat la meva.
Mercè Solé ha dit…
Silveri, als sindicalistes que et llegeixin -jo inclosa- qualsevol dia els faràs agafar un cobriment de cor... Però en fi... Bon Sant Jordi!
Mercè